Para digitalizar una de mis máquinas favoritas también he optado por un decoder loksound comprado en EE.UU.

La digitalización se plantaba como algo fácil, con mucho espacio para instalar los diferentes elementos y sin muchas dudas sobre lo que quería hacer:

– Incluir luces (LEDs) rojas y blancas para indicar el sentido de la marcha

– Incluir una luz en la sala de máquinas (función auxiliar 1).

– Usar la segunda función auxilair para controlar las luces rojas y poder apagarlas y encenderlas en función de si la locomotora circula sola o arrastrando un convoy.

A efectos prácticos esto conllevaba hacer una pequeña placa para las conexiones y el pequeño circuito de control de las luces rojas. Por supuesto también era necesaria la transformación del motor con el correspondiente imán.

La placa para el circuito era extremadamente sencilla y la verdad es que cuando la terminé estaba convencido de que se trataba de uno de las placas que mejor me habían quedado: bien definidas las pistas, bien cortado, quemada, acoplaba bien en la base de la loco,… Y fue justo entonces cuando las cosas se empezaron a torcer.

En primer lugar en la fase de soldado demostré todo mi mal pulso, dando como resultado un montón de excesos de estaño, cables despuntados y plástico quemado que hicieron desaparecer las pistas bien definidas para dar paso a los cortocircuitos. En una primera prueba la loco ni siquiera se movió… de encender los leds mejor no hablar. Cuando tras casi un día de limpieza conseguí encontrar y limpiar todos los cortos en la placa, la loco se movía… pero uno de los leds me seguía dando un corto… perdí otro día volviéndome loco con la «placa maldita», soldando una y otra vez todo… hasta que me di cuenta que los leds empotrados en una de las cabeceras habían roto la funda termoretráctil entrando en contacto con el chasis: imposible de ver o encontrar, pues siempre tengo la precaución de cubrir con cinta aislante todos los puntos del chasis que pueden estar en contacto con la circuitería…. A estas alturas mi desesperación era extrema.

En fin, cuando ya todo parecía funcionar, al darle un poco de vida al motor un molestísimo parpadeo en los LEDs «apagados» me hizo reconsiderar por completo el diseño de la placa y su circuito.

He de decir que el circuito se basaba en uno de tantos que sirven para usar transistores como interruptores. Como mis clases de electrónica básica quedan un poco lejos, hasta le pedí a un compañero electrónico que repasara el circuito… y había estado funcionando en una placa de pruebas durante casi un mes… pero claro sin un motor cerca. En otras circunstancias hubiese empleado algo de tiempo en intentar comprender a que se debía el flickering e intentar solucionarlo, pero con los días que ya había perdido y lo sucia que había quedado la placa original… mi confianza en encontrar rápido el problema era nula.

Además, con tanto trasiego el conector NEM del decoder había pasado a mejor vida, sin conector «macho» no tenía ya sentido poner un conector «hembra» y para evitar udddas durante las pruebas había conectado directamente el decoder a las tomas de corriente y al motor – con su correspondiente inductancia. Así que me decidí por una placa mucho más ligera, para lo que diseñé n circuito completamente made in Manolo con los componentes que tenía por casa: un par de optoacopladores que compré hace tiempo para pruebas y, en principio, nunca iban a ser utilizados en ningún otro proyecto (no son los mismos que utilizo para el decoder de accesorios ni los que usaré para la placa del driver ORM).

El resultado, como se puede ver, algo mucho más ligero que básicamente pasa a ser una placa de conexiones para los distintos leds.

Y algunas fotos de la máquina montada (la fotografía no es lo mío).